Autor: Bret Thiele
Con la aprobación y entrada en vigor del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo Facultativo) el mundo logró una victoria sustancial para los derechos humanos. Por fin, los derechos económicos, sociales y culturales se beneficiaron de un mecanismo de denuncia a nivel internacional, con lo que además reafirmaron que todos los derechos humanos, ya sean civiles, culturales, económicos, políticos o sociales son, por naturaleza, legalmente exigibles o vinculantes. Esta victoria amplió la visión, y el requerimiento, de la Declaración de Viena sobre Derechos Humanos de que todos los derechos humanos sean tratados en todo el mundo de una manera justa y equitativa, con igualdad y el mismo énfasis.
Esta victoria, por supuesto, es más que simbólica. El Protocolo Facultativo crea un importante y práctico mecanismo de derechos humanos que, si la sociedad civil lo utiliza de manera efectiva, no sólo mejora el acceso a la justicia, la rendición de cuentas y los remedios para violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales, sino que abre vías para encontrar soluciones a violaciones estructurales y sistémicas de tales derechos y por lo tanto tiene el potencial para un cambio verdaderamente transformador.
El Protocolo Facultativo ofrece dos procedimientos principales mediante los que los individuos, los grupos y las organizaciones no gubernamentales pueden tratar de hacer cumplir los derechos económicos, sociales y culturales consagrados en el PIDESC, a saber, un procedimiento de queja o comunicación y un procedimiento de investigación.
El uso eficaz por parte de la sociedad civil es, por supuesto, crucial para lograr los resultados deseados, pero es especialmente importante en las primeras etapas de un litigio en el marco del Protocolo Facultativo. Esto se debe a que la jurisprudencia creada en estas primeras fases marcará el alcance de posibilidades en el marco del Protocolo Facultativo y sentará las bases para la incidencia futura en los próximos años. En consecuencia, aquellos que utilizan el Protocolo Facultativo deben elaborar sus argumentos de tal manera que la jurisprudencia emergente abarque ampliamente una visión integral y holística de todos los aspectos de los derechos económicos, sociales y culturales, incluidas las tres obligaciones generales de respetar, proteger y cumplir los derechos reconocidos en el Pacto, y que lo hagan sin discriminación.
Una manera de asegurar que el Protocolo Facultativo se utiliza con eficacia es que aquellos que presentan quejas en virtud del Protocolo Facultativo piensen de forma creativa y estratégica, incluso respecto a todas las consecuencias jurídicas y prácticas de la utilización de estos nuevos mecanismos. También es importante que aquellos que presentan quejas trabajen en colaboración y se comuniquen entre sí a medida que se desarrollan las quejas y los argumentos jurídicos y, en última instancia, son presentadas ante el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Una herramienta útil en este sentido es la publicación Reclamando los DESC en las Naciones Unidas: un manual sobre la utilización de la PF-PIDESC en el litigio estratégico (Manual PF-PIDESC), publicado recientemente por la Red-DESC. El objetivo de este manual es ofrecer información teórica y práctica para abogados/as y otros defensores interesados en la utilización del PF-PIDESC como un medio para hacer valer los derechos económicos, sociales y culturales. El Manual PF-PIDESC ofrece información detallada sobre cómo utilizar eficazmente tanto los procedimientos de queja e investigación creados por el Protocolo Facultativo. También incluye ejemplos de argumentos jurídicos comparativos, estrategias y jurisprudencia de otros mecanismos internacionales de cumplimiento de los derechos humanos. Además, ofrece asesoramiento sobre la elaboración de quejas y las estrategias para asegurar que los casos presentados en el marco del Protocolo Facultativo mejoren la eficacia del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el acceso a la justicia, la rendición de cuentas y los recursos para las diversas violaciones de los derechos reconocidos en el Pacto.
El Manual PF-PIDESC no solo cubre el contenido de los derechos sustantivos y de procedimiento en virtud del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, sino también asesoramiento estratégico y táctico relacionado con la redacción de quejas y la solicitud de investigaciones. También ofrece sugerencias relacionadas con la defensa ante el Comité y el trabajo de seguimiento para garantizar la aplicación de las buenas decisiones provenientes de los procesos del Protocolo Facultativo, así como estrategias complementarias que se pueden utilizar durante todo el proceso, incluyendo las estrategias relacionadas con los medios de comunicación y la conciencia pública, la movilización social y la incidencia política, además de la utilización de otros procedimientos internacionales.
Por último, el Manual del PF-PIDESC proporciona información sobre personas y organizaciones, incluyendo aquellas que participan en el Grupo de Trabajo de Litigio Estratégico de la Red-DESC, integrado por defensores que participan en la aplicación jurídica de los derechos económicos, sociales y culturales en otros contextos, tanto a nivel nacional como internacional, así como las que participan en la Coalición de ONGs por el PF-PIDESC, que lideró los esfuerzos de las ONGs hacia la redacción y posterior aprobación del Protocolo Facultativo, y que ahora se centra en el proceso de ratificación y aplicación de este tratado. Esta información sirve como catalizador para formar redes más amplias de defensores utilizando el mecanismo del Protocolo Facultativo. El objetivo es que se pueda emprender el trabajo colaborativo y complementario que asegure el éxito y potencial futuro de esta nueva vía para hacer cumplir los derechos humanos.
Conforme comienza la incidencia mediante el Protocolo Facultativo, esperamos que esta incidencia sea cuidadosamente confeccionada teniendo en mente el enorme impacto de la jurisprudencia resultante. También esperamos que el Manual del PF-PIDESC y las experiencias de esta amplia red de defensores de los derechos económicos, sociales y culturales puedan ser aplicados de manera que aseguren que ese impacto sea positivo, resultado de una planificación y ejecución estratégica y cuidadosa y, lo que es más importante aún, verdaderamente transformador.
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